Ya es primavera. Atrás van a ir quedando esos fríos meses de invierno en los que a muchos os ha tocado entrenar. Para muchos ha sido un verdadero quebradero de cabeza tener que salir a entrenar en unas condiciones que al menos por estas latitudes han sido especialmente duras en estos últimos 2 meses. Os habréis tenido que armar de determinación y autoconvenceros de que a pesar de la lluvia y el frio, había que salir a entrenar. Seguramente habréis pasado momentos duros en los que os habréis preguntado “qué demonios hago aquí!” , “merecen la pena todos estos sacrificios y esfuerzos?” “con lo bien que se està en casa…” etc.
Sin embargo, y con la llegada de la primavera parece como si muchos experimentasen un pequeño renacimiento en su estado de ánimo. El tiempo más benigno, las temperaturas más agradables, los días más largos y luminosos y la cercanía de diferentes pruebas en las que se tiene previsto participar, provocan un resurgimiento de la motivación y de una actitud más positiva hacia el entrenamiento
Hace tan solo unos días, tuve la oportunidad de reunirme y de charlar con uno de los mejores especialistas en esta especialidad a nivel internacional. Hablamos sobre las particularidades de una importante prueba a la que se enfrentará este próximo verano. Entre estas particularidades, él destacaba el incremento del ritmo de carrera que se ha dado en estas pruebas de larga duración en los últimos tiempos, independientemente de las dificultades orográficas (desniveles, zonas técnicamente complicadas, calor, altitud elevada, etc ) que lógicamente pueden marcar las diferencias, este fenomenal ultratrailer destacaba el alto ritmo que se lleva también en las zonas que llamaríamos “favorables” en las que antes la intensidad no era tan elevada. El alto grado de preparación y de especialización de los corredores más competitivos permiten hoy en día que a pesar de la larga duración de estas pruebas, puedan mantener un ritmo -crucero “machacón” que no permite grandes alegrías ni fases de relajación y recuperación y sí una alta exigencia y concentración que no permite bajar la guardia en ningún momento.
No es la primera vez que toco este tema dentro de este espacio. Pero creo q es un buen momento para hablar sobre la intensidad de carrera. Estamos en un periodo del año en el que abundan las pruebas de trail y que muchos utilizan para ir probándose.
Uno de los factores que en mi opinión es de vital importancia en las pruebas de ultratrail es el dominio de la intensidad de carrera. Podríamos llamarlo también ritmo de carrera, pero teniendo en cuenta la gran variabilidad de este ritmo en este tipo de pruebas prefiero utilizar el término intensidad. Esto es sencillamente la capacidad que tiene un corredor para escoger una velocidad determinada durante una prueba en función de su estado de forma, recorrido, distancia, duración, etc. Saber interpretar las señales que su organismo le va dictando para aplicarlas lo más eficientemente posible en todo momento. Creo que en una prueba de estas características puede haber diferentes estrategias dependiendo del recorrido, factor noche, nivel de autoexigencia individual, etc.
En este grafico podemos apreciar la frecuencia cardiaca de un corredor durante una prueba realizada este mismo año que constaba de cerca de 100km de distancia y en la que este corredor empleo algo más de 12 horas en completarla. Se puede apreciar claramente que la frecuencia cardiaca y por tanto la intensidad de carrera se mantiene durante el primer tercio de la prueba, mientras que a partir de este punto, esta frecuencia va cayendo de manera gradual hasta el final de la misma.
Habría que analizar el perfil del recorrido con mayor detenimiento pero a grandes rasgos se puede decir que la intensidad a partir del km 30 aproximadamente no pudo ser mantenida por este corredor. Este corredor durante el transcurso de la prueba no perdió tantos puestos como podríamos imaginar al contemplar la caída de su rendimiento en la grafica. Lo que nos invita a pensar que probablemente esta paulatina reducción de la intensidad de carrera fue un factor que afecto también a una gran parte de corredores.
Si analizamos esta otra grafica, podemos comprobar cómo la evolución de la temperatura durante la prueba sigue una evolución prácticamente inversa al rendimiento del corredor, manteniéndose en valores “agradables” durante el primer tercio de la prueba pero aumentando hasta valores muy elevados (y más teniendo en cuenta las fechas en las que se disputo la prueba y el bajo nivel de aclimatación al calor) que indudablemente tuvieron un marcado impacto negativo en el rendimiento a lo largo de la prueba.
No podemos saber con exactitud qué hubiera pasado si la temperatura no hubiera sido tan elevada. Personalmente, conociendo al corredor teniendo en cuenta sus sensaciones durante la prueba, así como su experiencia y resultados previos en este tipo de pruebas podría pensar que muy probablemente la intensidad inicial no era excesiva y que en condiciones más favorables, este corredor la hubiera podido mantener hasta el final de la misma pero la cruda realidad es que esta intensidad inicial no pudo ser mantenida a pesar del esfuerzo de este corredor.
A pesar de que en esta ocasión el factor determinante en esta pérdida de rendimiento parece ser un factor externo como la temperatura, el ejemplo nos debería servir para prestar una especial atención a la intensidad de carrera que se marca un corredor durante una carrera o entrenamiento.
El análisis de estos datos y las conclusiones que podamos extraer a partir de estos, no nos garantizan el éxito en pruebas sucesivas aunque sí nos acercan a él.
Los mecanismos que tiene un corredor para autogestionar la intensidad en una carrera están siendo estudiados y parece que son más complejos de lo que podría parecer (incluso parece ser que las mujeres son mejores en el mantenimiento de esta intensidad) pero indudablemente la experiencia es un factor importantísimo ya que el cuerpo va aprendiendo a gestionar, a interpretar y a medir los esfuerzos. Además si somos capaces de analizar datos tan valiosos como estos, podremos marcarnos objetivos más realistas y acertados en nuestras pruebas más importantes.
Jon Aranburu
Twitter:@Mitocondrion