Frases como “Es cuestión de cabeza, es todo psicológico” refiriéndose a la dureza de una prueba o competición o calificar a alguien como “mentalmente débil” a la hora de afrontar momentos difíciles en el transcurso de una competición son tan solo dos ejemplos de lo frecuentemente que recurrimos al factor psicológico como un factor relacionado con el rendimiento físico y deportivo.
Reconozco que nunca he prestado mucha atención o he sido de los que otorgan suficiente credibilidad a las cosas del “coco”, al menos en la forma en las que tradicionalmente se nos han presentado y por tanto reconozco que mis carencias en el campo de la psicología deportiva son palpables.
El caso es que en los últimos tiempos el factor psicológico y sus efectos en el rendimiento deportivo está siendo objeto de una atención creciente. La cantidad de investigaciones que tratan de comprender la influencia de lo que pasa por nuestra cabeza en el resultado de una competición va en aumento e incluso términos como el “brain-training” o “brain-doping” empiezan a cobrar sentido.
En esta ocasión simplemente quiero poneros al día sobre algunas de las ideas que actualmente están emergiendo con fuerza en el ámbito de la psicología aplicada al rendimiento deportivo
Antes de nada, algunas preguntas. ¿Cuáles son las razones por las que un corredor se fatiga? ¿Cuál es el factor especifico que hace que alcancemos nuestro limite y que no podamos mantener una intensidad determinada hasta el punto de tener que reducir el ritmo o incluso de tener que parar completamente?
Podríamos decir que el modelo tradicional que explica el límite humano es meramente fisiológico. Según éste, un individuo bien motivado puede llegar a alcanzar su límite fisiológico. Es decir, el tiempo hasta el agotamiento o el tiempo que un corredor puede aguantar corriendo a una velocidad determinada está determinado por factores fisiológicos que tienen su origen en nuestros músculos, sistema cardiorespiratorio, etc.
La fatiga periférica seria la que se produce en los músculos que participan en el ejercicio mientras que la fatiga central sería la que se produce a nivel de nuestro cerebro.
Recientemente han salido a la luz varios estudios que indican que esta fatiga muscular no impediría que una persona pueda alcanzar su límite fisiológico ya que se ha podido demostrar que inmediatamente después de alcanzar el limite al que un atleta es capaz de aguantar a una determinada intensidad de esfuerzo, ese atleta es capaz de desarrollar un nivel de fuerza superior al exigido en el punto en el que ha tenido que “parar”. Por el contrario, estos investigadores señalan que es la sensación de esfuerzo percibido (RPE) la culpable de que no podamos continuar o de que podamos seguir corriendo a una intensidad determinada. Cuanto mayor es la sensación de esfuerzo, más cerca estaremos de nuestro límite.
En uno de estos experimentos, un número de atletas que durante un periodo de varias semanas entrenó bajo condiciones de un elevado nivel de percepción de esfuerzo, aumentaron el tiempo hasta el agotamiento y por tanto su rendimiento notablemente con respecto a el mismo entrenamiento pero sin provocar ese aumento del nivel de esfuerzo. Por tanto, modificar la sensación de esfuerzo o de dificultad tendría su correspondiente efecto en el tiempo que podemos “aguantar”. No creo que a nadie se le escape que hablando de un ultratrail como es el caso que nos ocupa, el “aguantar” o mantener un ritmo de carrera o intensidad es un factor determinante.
Otro experimento llamativo fue el de hacer que varios individuos realizaran pruebas de esfuerzo maximales a la vez que miraban a una pantalla en la que se mostraban intermitentemente rostros humanos. Algunos de estos rostros mostraban sonrisas mientras que otros mostraban una expresión de tristeza. El resultado de esta prueba fue que estas personas alcanzaban un mayor rendimiento cuando la pantalla mostraba rostros sonriendo y que el rendimiento se veía afectado cuando la pantalla mostraba rostros tristes. Según los autores del estudio, las personas somos especialmente sensibles a la expresión facial humana y eso hizo que afectara de modo significativo al rendimiento.
Cuántas veces hemos utilizado la expresión “tener un mal día” cuando sin razón aparente no conseguimos rendir al nivel esperado o al acostumbrado. Según estos mismos autores el nivel de esfuerzo que percibimos al realizar un determinado ejercicio puede verse afectado por factores de los que ni siquiera somos conscientes.
Pero, podemos entrenar para poder reducir esta sensación de esfuerzo mientras realizamos una prueba o competición?
Entre las estrategias que más fácilmente podemos llevar a cabo, podríamos desempeñar tareas como:
.El dialogo interno o “hablar con uno mismo”.
Repetir en nuestro interior frases motivacionales y positivas pueden tener un efecto positivo a la hora de reducir la sensación de esfuerzo.
.La visualización de imágenes.
Imaginar visualmente escenas de éxito o imágenes agradables también puede ayudar
.Motivación externa.
Las muestras de apoyo y de ánimo por parte de terceras personas también pueden resultar altamente efectivas.
Otro estudio en el que a lo largo del recorrido de un ultra, se influía positivamente a nivel psicológico en las zonas de mayor dificultad, también ha mostrado resultados prometedores en la reducción del nivel de esfuerzo más aún en pruebas de larga duración donde los momentos difíciles se producen en un número considerablemente mayor.
No cabe duda que durante las largas horas de un ultratrail, inevitablemente el corredor se va a ver obligado a “pensar” muchísimo más que en otro tipo de pruebas más cortas. Por tanto, una alta dosis de estos pensamientos o tareas cognitivas pueden acarrear una fatiga mental que indudablemente va a afectar negativamente a la sensación de esfuerzo y al rendimiento incluso sin apreciarse una fatiga fisiológica.
Un factor a tener en cuenta y que parece afectar sensiblemente a la fatiga es la falta de sueño. El esfuerzo que supone el luchar contra el sueño parece afectar a una determinada zona cerebral y es capaz de provocar una alta fatiga mental. En otro estudio llevado a cabo en una de las ediciones del prestigioso ultra “Tor des Geants” se pudo comprobar que el corredor que logro la victoria, había dormido un número de horas sensiblemente mayor que alguno de los que inmediatamente le precedieron en la clasificación final. Este hecho parece plantear la duda de si es realmente acertado considerar los parones para dormir como un aspecto de consecuencias negativas respecto al rendimiento y resultado final. ¿Y si una gestion del sueño en la que se promueva un mayor descanso con la consiguiente reducción de la sensación de dificultad, decantase la balanza a favor de un mayor número de horas destinado a dormir durante una prueba de larga duración?. Parece ser que se abren nuevos y fascinantes enfoques en este tipo de disciplinas
Teniendo en cuenta estos resultados, no parece descabellado pensar que el “brain-training” o entrenamiento mental podría tener su lugar en la preparación de pruebas en las que la fatiga juega un papel tan importante. Propiciar situaciones reales en las que el corredor se vea obligado a enfrentarse a situaciones difíciles, podría ser efectivo. Provocar un cansancio mental previo a través de tareas mentales específicas (ejemplo: salir a entrenar tras muchas horas de trabajo que impliquen una considerable actividad cognitiva)o durante las sesiones de entrenamiento más exigentes, enfrentándose a situaciones que le produzcan una alta incomodidad o sensación de dificultad, para que nos entendamos, hablamos de situaciones que nos “ toquen la moral”.
A tenor de las últimas investigaciones, no parece acertado calificar a ningún deportista como “mentalmente fuerte o débil” y decir que no se puede hacer nada para cambiar esta condición ya que esta cualidad es probablemente altamente entrenable.
Para finalizar, os corresponde a vosotros valorar estos aspectos psicológicos y decidir si estáis dispuestos a prestarles atención. Todo con el fin de que el día del ultratrail, todo se os haga un poco menos difícil.
Si lo lográis, probablemente estaréis mejorando vuestro rendimiento.
Jon Aranburu
www.jonaranburu.com